El delineador ha regresado con fuerza y en una variedad de texturas y tonos ¡impresionantes. Elige el que mejor se acomode a tus necesidades.
Checa las diferentes presentaciones del delineador, ventajas y usos y presume una mirada espectacular.
•Lápiz:
Es el básico para cualquier maquillaje. Su aplicación es muy sencilla. Ideal para definir la línea de tus pestañas, haciéndolas lucir más espesas y con un efecto natural.
Para que te dure horas, aplica sobre la línea trazada un poco de sombra del mismo tono del delineador.
•Gel:
Su fórmula acuosa permite que el pigmento quede fijo en la piel cuando el agua se evapora. Es sencillo eliminar los residuos si necesitas corregir. Ideal para dar un look muy natural, añadiendo a la mirada un toque de color casi traslúcido con efecto húmedo.
Aplica justo en el borde de las pestañas con la ayuda de un pincel, y deja secar bien, evitando parpadear para no mancharte.
•Líquido:
Es pigmento líquido; añade glamour instantáneo. Es difícil de aplicar, pero es lo más eficaz para cambiar la forma de tus ojos. Ideal para modificar el contorno del ojo y resaltar la mirada, pues hace que se vea más blanco el globo ocular.
Para que la línea salga perfecta, recarga el codo y estira ligeramente el párpado con tu otra mano.
•Kohl:
Es un polvo finísimo que, gracias a su textura terrosa, le da a tus ojos un encanto misterioso. La aplicación tradicional (por medio de un palito) es un poco complicada, pero sus resultados son excelentes. También lo puedes encontrar en presentación de lápiz. Ideal para dar un efecto smoky eyes inmediato, realzando la luminosidad de la mirada y profundizándola.
Para una aplicación a prueba de errores, prefiere el lápiz y, si quieres algo exótico, atrévete a probar un tono bronceado, en lugar del clásico negro.
23 junio 2010
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