Si en cualquier época del año nuestro organismo requiere de agua para vivir, imagínate como aumenta la necesidad de hidratarse en verano.
Y de la misma manera que damos de beber al organismo para evitar los efectos nocivos de la deshidratación, deberíamos incluir en nuestra rutina diaria de belleza las aguas termales para cuidar y proteger la delicada piel del rostro.
Ésta agua, que normalmente la puedes encontrar en spray o vaporizador, es de fácil aplicación.
Se pulveriza sobre la cara limpia, antes de aplicar la crema cotidiana; esperas unos minutos, y secas mediante ligero toques con un tejido suave para que la piel se refresque e hidrate.
Entre sus beneficios destacan:
*Proteje las células de la piel de los radicales libres (ocasionados por el estréss, la contaminación, los rayos ultravioletas del sol, los cambios brúscos de temperatura) y por tanto, del envejecimiento cutáneo.
*Desconjestiona el rostro y refuerza la protección natural de la piel.
*Alivia las rojeces, irritaciones y picores de la piel.
*Tras su vaporización, facilita un perfecto desmaquillado.
*Te ayuda a fija el maquillaje, si vaporizas unas suave bruma a cierta distancia del rostro y la dejas secar.
*Es recomendable usarla tras la depilación o la aplicación de algún tratamiento estético por sus propiedades calmantes. Un aspecto que agradecerán muy especialmente las pieles sensibles.
04 mayo 2010
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