Con el paso de los años, nuestra piel (tono, textura, firmeza, etc.) y nuestros rasgos sufren cambios. Debemos estar atentas para esconder esos pequeños defectos que pueden ir apareciendo o destacar los puntos fuertes de nuestra belleza.
La piel joven debe lucirse, por eso conviene potenciarla y no recargarla con demasiado maquillaje. Es por ello que a partir de los 20 años, y hasta llegar a los 30, lo esencial es preocuparnos por mantener el aspecto de una piel fresca y jugosa. Además, es muy importante prodigarle todos los cuidados necesarios para retrasar los signos de envejecimiento que puedan aparecer en el futuro.
Durante esta década debes invertir en tu piel pensando en los próximos años. La limpieza facial debe ser un hábito obligatorio, incluso aunque no te maquilles, todas las noches debes eliminar las impurezas de tu piel; una buena hidratación también es indispensable para retrasar al máximo la aparición de las arruguitas; cuando quieras lucir un bonito bronceado, toma el sol con precaución.
Para lucir natural y seductora, un poco de gloss y un toque sonrosado en las mejillas funciona muy bien durante todo el día, pero por la noche podemos jugar a ser más atrevidas.
Eso sí, si eliges destacar los ojos, con un efecto ahumado por ejemplo, lo mejor es maquillar tus labios con un tono nude y al revés; si te decides por lápices labiales de colores fuertes u oscuros, opta por sombras neutras. Emplea un fondo de maquillaje casi transparente, para no “ahogar” tu piel, intensificando la aplicación de blush o rubor para dar un efecto fresco y alegre.
Si hablamos de tu cabello, el pelo largo es idóneo para esta edad, así que potencia su brillo y ten en cuenta que no se llevan los cortes con demasiadas capas. En lo que se refiere a color, los tonos miel resultan muy favorecedores.
La piel joven debe lucirse, por eso conviene potenciarla y no recargarla con demasiado maquillaje. Es por ello que a partir de los 20 años, y hasta llegar a los 30, lo esencial es preocuparnos por mantener el aspecto de una piel fresca y jugosa. Además, es muy importante prodigarle todos los cuidados necesarios para retrasar los signos de envejecimiento que puedan aparecer en el futuro.
Durante esta década debes invertir en tu piel pensando en los próximos años. La limpieza facial debe ser un hábito obligatorio, incluso aunque no te maquilles, todas las noches debes eliminar las impurezas de tu piel; una buena hidratación también es indispensable para retrasar al máximo la aparición de las arruguitas; cuando quieras lucir un bonito bronceado, toma el sol con precaución.
Para lucir natural y seductora, un poco de gloss y un toque sonrosado en las mejillas funciona muy bien durante todo el día, pero por la noche podemos jugar a ser más atrevidas.
Eso sí, si eliges destacar los ojos, con un efecto ahumado por ejemplo, lo mejor es maquillar tus labios con un tono nude y al revés; si te decides por lápices labiales de colores fuertes u oscuros, opta por sombras neutras. Emplea un fondo de maquillaje casi transparente, para no “ahogar” tu piel, intensificando la aplicación de blush o rubor para dar un efecto fresco y alegre.
Si hablamos de tu cabello, el pelo largo es idóneo para esta edad, así que potencia su brillo y ten en cuenta que no se llevan los cortes con demasiadas capas. En lo que se refiere a color, los tonos miel resultan muy favorecedores.
muy de acuerdo con todo lo que dices!! aun asi ya no me veo bien sin mi capa de pintura reglamentaria jaajajja ya es una mania mia!
ResponderEliminarbesos!!
www.1cenicientamoderna.blogspot.com